El caso Aeromar ha estado en boca de expertos brasileños desde hace años, asegura Ufolópolis en su canal de You Tube.
Un enigmático encuentro del tercer tipo, donde el protagonista de esta historia, Aeromar, vio extraños hombres de negro hostigándolo durante un tiempo.
A PRINCIPIOS DE LOS OCHENTA
Los investigadores Antonio Hunneus y Osni Schwartz, remontan los hechos a principios de 1980, en Victoria, capital de Espíritu Santo, en Brasil.
En la playa, en un pequeño puesto de refrescos, se gana la vida Aeromar.
Este hombre había presenciado un encuentro ovni en los días anteriores en la misma localidad, en donde había podido ver una serie de objetos lenticulares desde una posición realmente cercana.
SE LE PRESENTAN LOS HOMBRES DE NEGRO
Días después, se presentaron ante él tres hombres vestidos de traje y corbata. Hacía demasiado calor para ir tan vestido y eso le extrañó. Pensó que eran policías secretos.
Le increparon sobre las luces y le hicieron preguntas de todo tipo. La impresión de Aeromar fue tan brutal que durante unos días dejó de acudir a su lugar de trabajo.
Al regresar, los hombres de negro volvieron a cuestionarlo. Hablaban raro. Primero llegaron a seguirle y después ya era una persecución.
Ante ello, Aeromar optó por marcharse a Río de Janeiro, huyendo de la improvisada pesadilla que parecía perseguirle desde que había tenido el incidente de las luces.
Empero, allí también los vio. ¿Por qué yo?, se preguntaba el hombre.
LA POLICÍA NO LE HIZO CASO
Desesperado acudió a la policía poniendo una denuncia por acoso; sin embargo su denuncia no fue tomada en cuenta.
Los seguimientos siguieron, por lo que decidió de nuevo cambiar de ciudad ante la insistente presión de aquellos sujetos que no le dejaban en paz.
Fue hacia Sao Paulo en donde residían algunos familiares. Ahí, los hombres de negro no sólo lo estaban esperando, el acoso pasó a un siguiente nivel.
ES ABDUCIDO
En uno de sus episodios, llegaron a subirlo en un coche y lo desplazaron hasta un paraje en donde relató que se encontraron ante una nave con un anillo exterior lleno de luces que flotaba sobre el terreno.
A Aeromar le fuerzan a ponerse bajo la luz de aquel disco y tras la aparición de un rayo de color azulado, de repente se encontró en el interior de aquel artefacto.
En el interior, el aterrado hombre experimentó una suerte de parálisis. Le sentaron sobre una camilla similar a la de los dentistas y desde allí observó cómo, aquellos hombres, en cuestión de segundos se transformaron en otra cosa.
Sus caras eran las de unos lagartos. Humanoides reptilianos, según contó el hombre posteriomente.
En la desconcertante experiencia, estos seres le habrían transmitido algunas imágenes e informaciones relacionadas con el planeta Tierra.
DESAPARECIÓ AEROMAR
Después de su tremenda visión, Aeromar apareció de madrugada en las calles de Sao Paulo, sin saber qué había pasado ni como había llegado.
La historia termina con un hipnoterapeuta profesional, el doctor Berezowsky, quien gracias al periódico OGlobo se enteró del caso y trató de contactar con el tendero para realizar una regresión hipnótica cuando su caso ya había sido hecho público.
No lo pudo encontrar porque el hombre desapareció sin dejar rastro.
A decir de los ufólogos, esta crónica forma parte de la historia negra del fenómeno ovni y tiene ingredientes que van desde el acoso de los hombres de negro, un metamorfismo e incidentes del tipo poltergeist en casa del afectado.
